Cómo podría ser el cine en Internet

Hace unos días estuve hablando con unos colegas sobre el cine y las descargas y cómo podríamos remunerar a los autores de una forma medianamente justa y que a la vez la oferta sea atractiva tanto en comodidad como económicamente para la gente.

Ante todo, lo primero es que los títulos estén disponibles en streaming HD a través de la Red, con capacidad para varios idiomas de audio y subtítulos (igual que un DVD) y sin DRMs que te impidan verlo cómodamente en cualquier dispositivo. Si empiezas a ponerle restricciones incómodas a la gente que paga por el contenido, lo que consigues es que pase de pagar y se baje el DVDRip que al menos lo puede reproducir sin hacer malabares. Siempre diré que la clave para que la gente pague por algo gustosa es hacerlo más atractivo que la oferta gratuita – y si no, que se lo pregunten a los editores de libros de cocina.

A la hora de pagar, la idea la saqué de Flattr. A la gente generalmente le resulta poco atractivo tener que pagar un precio por cada contenido descargado, porque parece que poquito a poquito al final la factura se va a hacer enorme. Por ejemplo, si tuviésemos que pagar la conexión a Internet por MBs descargados o subidos, estaríamos continuamente pendientes de lo que gastamos y nuestra experiencia sería mucho más negativa. Ya no seguiríamos enlaces de la Wikipedia ansiosamente, no enseñaríamos a nuestros amigos esos vídeos de YouTube tan graciosos… Un rollo.

Si ponemos un precio fijo a pagar por película, aunque fuese bajo, pasaría algo parecido: trataríamos de ver sólo aquellas películas que tenemos alguna seguridad de que nos van a gustar, las que gozan de mayor y mejor promoción en los medios, y al final el pastel se repartiría entre menos gente, y sobre todo sufrirían los contenidos menos populares, los alternativos, lo que no ayuda nada a “la cultura” en mi opinión. En su lugar, una tarifa plana, aunque tenga un precio medianamente alto, es mucho más atractiva: ya no tienes miedo a ver pelis aunque no sepas si te van a gustar.

La manera de repartir el dinero de la tarifa plana es igual a la de Flattr: por cada contenido que ves, se destina una parte de lo que pagaste a ese autor. De esta manera, si pagaste, digamos, 20 euros y viste 10 pelis este mes, irían 2€ para cada peli. Además, para poder premiar las pelis que te han gustado más, o que pienses que se merecen mayor valoración por lo que sea, puedes aumentar el número de “particiones” que destinas a esa película (una por defecto), o incluso realizar una donación extra de tanto dinero como quieras.

Muchos pensarán que al final lo que irá a parar de cada usuario por película será una miseria, pero también hay que pensar en el potencial aumento del número de contribuidores que antes no pagaba por la peli. Ley de oferta y demanda, vaya.

Por otra parte, soy consciente de que seguirá existiendo gente que consiga el contenido por otras vías y no le dé un duro a los autores, pero, como digo muchas veces, de lo que se trata es de que una parte de la gente que ahora disfruta del contenido sin pagar lo acabe haciendo pagando porque considere que merece la pena.

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