Y después de esta beca… ¿qué?

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Hoy estaba previsto que el ministro de Educación, Jose Ignacio Wert, presidiera el acto de entregas de las becas de La Caixa para estudios de Máster en España. Antes de la ceremonia, y después de que ayer comunicásemos a La Caixa nuestra intención de hacer público este comunicado, se nos ha informado de que el ministro no acudiría al acto. Aún así, queremos difundir nuestras ideas mediante este escrito, que hemos, por otra parte, entregado al director general de Política Universitaria, Federico Morán Abad, que sustituyó al ministro en el acto y, esperamos, se lo hará llegar.

(Queremos en todo caso destacar de antemano que este comunicado no tiene como objetivo perjudicar a la imagen de la Obra Social La Caixa, a quienes estamos naturalmente muy agradecidos por la oportunidad que ha supuesto esta beca, sino que se trata de nuestra reflexión acerca de las vigentes políticas públicas, que afectan por tanto al conjunto de la sociedad).

Quienes escribimos este comunicado defendemos la educación y la investigación públicas.  Algunas de las personas que lo firmamos nos dedicamos a mejorar la calidad de vida de nuestros congéneres a través de la mejora de su salud; otras dedicamos nuestra vida a la comprensión de nuestra Historia, que permite encontrar las raíces de lo que somos. Hay quienes tratamos de aprender los idiomas que nos permiten comunicarnos con otra gente; quienes buscan las leyes del Universo y quienes intentan encontrar la mejor manera de transmitir a las generaciones que nos siguen aquello que ahora sabemos, para que no olviden. Quienes diseñarán los puentes de un futuro, quienes se dedicarán a la biosfera, quienes conocerán las leyes que nos gobiernen…

Todas estas tareas se han vuelto, sin embargo, cada vez más difíciles; parecen, cada día menos, una opción posible de vida.

Es por eso que parte de las personas que hoy recogemos esta beca del programa “Máster en España” de la Fundación “La Caixa” hemos querido aprovechar la presencia en este acto del actual ministro de Educación,  José Ignacio Wert, para alzar la voz y mostrar nuestro desacuerdo con la política de recortes emprendida en los últimos años y perpetuada por el Ministerio del que hoy en día él es máximo representante.

Hoy llevamos un crespón verde. Porque estamos de luto por la Educación y la Investigación públicas.

Por una parte, en el campo de la Educación: el aumento de hasta un 66% de las tasas universitarias para el próximo curso, la elevación a 36 del número de alumnos/as en las aulas de enseñanza primaria y secundaria y la no renovación de contratos de muchos profesores asociados y PAS, entre otras. Y por otra parte, la investigación: como la eliminación de la obligatoriedad de consolidación de las becas Ramón y Cajal, la falta de contratación de personal investigador, la reducción del número de becas para la investigación (como las JAE Predoc, que han pasado de 152 a 8), entre otras tantas medidas, son sólo algunos de los ejemplos de esa política de austeridad en educación que ponen en riesgo el futuro de nuestro país. Al igual que otras personas y colectivos, y como ya se demostró de forma rotunda en la pasada huelga del 22 de mayo, queremos manifestar nuestro malestar y rechazo a esta política de recortes que se está llevando a cabo actualmente, no sólo en el campo de la educación y la investigación, sino más ampliamente en todo el ámbito social.

Nos consideramos gente privilegiada. Gracias a esta beca que hoy recibimos hemos podido dedicarnos, un año más, a aprender, a trabajar investigando. Pero… ¿y después de esta beca, qué? Nos enfrentamos, como tantas personas de nuestra generación, a un panorama difícil: dicen que somos la generación sin futuro. La generación que nunca tendrá casa, que no tendrá acceso a pensiones porque no podrá cotizar; la generación que verá cómo servicios esenciales como la Sanidad o la Educación son tratados como negocios. Somos la generación que tendrá que emigrar en busca de un futuro o quedarse sabiendo que gestionar la precariedad será la tarea más importante del día a día. A todo ello se suma que, para quienes quieren investigar, las oportunidades se restringen cada vez más;  igual que ocurre con todo aquello que no sea directamente productivo en términos económicos.

Pero las consecuencias de estas políticas son nefastas, y se dejarán sentir a corto plazo. Los proyectos de investigación que queden inconclusos nos privarán de un saber que posiblemente necesitemos. Cerrarán los centros que investigan para encontrar tratamientos contra el cáncer, el VIH o el Alzheimer; cerrarán los centros donde se imparten clases de apoyo a personas con algún tipo de discapacidad, cerrarán los centros en los que se indaga en la justicia histórica o los centros en los que se buscan las mejores formas para entendernos con nuestros vecinos de Europa o del Mediterráneo y espacios donde se buscan soluciones económicas sostenibles y justas a la tan comentada crisis.

Entendemos estos recortes como parte de una estrategia, un ataque directo contra los servicios públicos, no sólo en el ámbito de la Investigación, sino también a la Educación o la Sanidad, pilares fundamentales del Estado del Bienestar. Estas medidas conllevarán un retraso – en el mejor de los casos un estancamiento – aún mayor en los avances que poco a poco se estaban realizando, condenando a nuestro país a años de retraso y a la fuga de profesionales perfectamente capacitados y formados.

Tanto la gestión de la crisis como las medidas económicas que se adopten son decisiones políticas, no hechos inevitables. La Investigación y la Educación no deberían regirse por cuestiones meramente económicas. La situación de crisis en la que nos encontramos actualmente quizá obliga a realizar reformas estructurales. Sin embargo, consideramos que los cambios no deben enfocarse hacia el recorte de los servicios sociales, básicos y necesarios para la totalidad de la población. Como ejemplo de ello, cabe mencionar el anuncio de un descenso de 10.000 millones de euros en las partidas presupuestarias de Sanidad y Educación para el de ejercicio 2012, que fue seguido sólo una semana más tarde por el aporte de la misma cantidad, extraída de fondos públicos, para el rescate de un banco privado. Hechos como este suponen un ataque directo a los intereses generales de la población.

La educación, la investigación, y en definitiva el saber, deberían ser una prioridad para quienes toman las decisiones, porque los recursos destinados a Educación e Investigación son una inversión de futuro, y no un derroche innecesario. Como dijo Derek Bok, si el conocimiento les parece caro, prueben con la ignorancia.

La educación es un derecho, no un privilegio.

Como beneficiarios/as de las becas “la Caixa” y en armonía con los valores que la propia Fundación Obra Social “La Caixa” defiende, desearíamos poder hacer efectiva nuestra “contribución al progreso de las personas y la sociedad” y nos unimos a los “objetivos de transformación social sostenible y generación de oportunidades para las personas” que defiende esta Fundación. Compartimos con la Obra Social “La Caixa” la convicción de que “invertir en educación es uno de los fundamentos principales para alcanzar los niveles más altos de progreso y bienestar sociales” pero con una única acción de una caja privada, no saldremos adelante. Los Gobiernos deben asumir sus responsabilidades y velar e invertir porque se difunda la producción científica al ámbito social, o bien la productividad de esta inversión recaerá fuera de nuestras fronteras.

Creemos firmemente en la necesidad de nuestros oficios en esta sociedad y como consecuencia la necesidad de cuidarlos para poder seguir avanzando, para mejorar, en todos los ámbitos. Si el conocimiento se deja morir, ¿de qué progreso estamos hablando?

Frente a la actual línea de recortes generada por una situación de crisis que, no olvidemos, no es sólo económica y social, sino también de prioridades, consideramos que es urgente anteponer el aumento general y necesario de la inversión en Educación Superior, Investigación e Innovación. Exigimos unas condiciones sociales y profesionales óptimas que permitan una investigación de calidad capaz de hacer de España un referente de investigación científica en Europa. Creemos, por tanto, que han de potenciarse sectores que favorezcan la innovación y el crecimiento a medio y largo plazo, permitiendo que los beneficios obtenidos en el ámbito científico se trasladen a la sociedad.

Hay que mantener vivo el conocimiento. Eso es por lo que hemos apostado en nuestras carreras. Pero lo cierto es que, después de esta beca, en la actual situación, no sabemos cómo vamos a poder hacerlo. Cuando buena parte de las energías cotidianas deben destinarse a gestionar la precariedad, ¿cómo podremos, desde las dificultades que imponen los actuales recortes, seguir trabajando por encontrar vías de avance, soluciones y conocimiento?

Sin becas, con tasas altas, con recortes de personal y centros que cierran, y con escasa perspectiva de mejora… ¿qué?

Por eso este luto verde es nuestra forma de decir:

HAY QUE MANTENER VIVO EL CONOCIMIENTO:

NO A LA POLÍTICA DE RECORTES EN EDUCACIÓN E INVESTIGACIÓN

FIRMAS:

Abellán López, David. Ingeniero Industrial.

Angulo Urarte, Ana. Licenciada en Bioquímica.

Aquilué Junyent, Inés – Arquitecta.

Álvarez Piqueras, Damián – Graduado en Física.

Bernardo Álvarez, Mª Ángela – Licenciada en Biotecnología.

Carbó Martínez, José Manuel – Licenciado en Economía.

Cartamil Bueno, Santiago José – Licenciado en Física.

Casielles Hernández, Laura – Licenciada en Periodismo y máster en Estudios Árabes e Islámicos Contemporáneos.

Cernadas Martínez, Silvia – Licenciada en Historia.

Cintas Peña, Marta – Licenciada en Historia.

Crespo Burgueño, María – Licenciada en Comunicación Audiovisual y Máster en Reporterismo.

Díaz-Roncero Fraile, Ignacio – Licenciado en Periodismo y Máster en Relaciones Internacionales.

Gallego-Casilda Benítez, Alberto – Lcdo en Hª del Arte y en Documentación, Master en Museología y en Comunicación Corporativa.

Gandarias Goikoetxea, Itziar –  Licenciada en Psicología.

García Faet, Berta – Licenciada en Ciencias Políticas, Máster en Filosofía Política.

Gomez Platas, Amaia – Licenciada en Psicología.

Gutiérrez Salgado, Roger – Licenciado en Ciencias Políticas, especializado en Relaciones Internacionales.

Hernández Alonso, Pablo – Licenciado en Biotecnología.

Jiménez Almendros, Lucía – Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

Llanos de la Guardia, Miguel – Licenciado en Filosofía.

Llorens Rico, Verónica – Licenciada en Biotecnología.

Lozano Botellero, Violeta Nazaret – Licenciada en Psicología y Máster en Neurociencia Cognitiva.

Martín Segura, Adrián – Licenciado en Bioquímica.

Moledo del Rio, Manuel A. – Licenciado en Periodismo.

Moreno Balaguer, Rebeca – Licenciada en Filosofía.

Moreno de la Fuente, Ana – Licenciada en Ciencias Ambientales.

Nácar García, Loreto – Licenciada en Psicología.

Olalde Marquínez, Iñigo – Licenciado en Biología y en Bioquímica.

Pedro Carañana, Josep – Licenciado en Comunicación Audiovisual.

Pérez Manrique, Ana – Licenciada en Ciencias Biológicas.

Roca Ayats, Maria – Licenciada en Química

Riera Ribas, Casandra – Licenciada en Biotecnología.

Saeta Pérez, Israel – Licenciado en Física.

San Gregorio de Lucas, Marta – Licenciada en Bellas Artes.

Sánchez Romero, Laura – Licenciada en Historia, especializada en Arqueología del Cuaternario.

Santos Delgado, Alberto – Ingeniero Informático.

Salcedo Sánchez, Esteban –  Arquitecto.

Servitja Roca, Xavier – Licenciado en Ciencias Políticas, itinerario Relaciones Internacionales.

Tapia Rojo, Rafael – Licenciado en Físicas.

Terré Torras, Berta – Licenciada en Biotecnología.

Vega López, María – Ingeniera Química.

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