Cernunnos, X

Hoy lunes hemos vuelto al trabajo matutino cavando en el bancal elevado. Quién sabe si por la paliza del día anterior o porque hacía sol y calor, me he cansado bastante rápido y a eso de la una ya estábamos en casa haciendo el almuerzo. Hemos hecho patatas fritas y calabacín y berenjena rebozados y fritos también. El conjunto tenía bastante grasa, pero ya sabéis la teoría de que la grasa con sal le gusta a todo el mundo, incluidos vegetarianos y veganos.

Que hablando de vegetarianismo, mi subconsciente debe de estar echando de menos la carne porque anoche soñé con un filete que me comía, y me sentía culpable porque todo el mundo en casa estaba haciendo dieta vegetariana.

Después de comer me he bajado a mi yurta a escribir un par de cartas. No puedo escribir postales porque aún no he ido al pueblo ni nada. Espero poder enviar las cartas este miércoles, pero está el problema de que es fiesta en Monforte y la oficina de Correos estará cerrada, por lo que dependo de un estanco o de alguna tienda en otro pueblo, o una gasolinera… ¡Algo tiene que haber!

Después de escribir las cartas he estado recogiendo semillas de espinaca, que como podéis ver en la foto (foto pendiente) son redonditas y hay muchas en las ramas de la hoja de espinaca. Hemos recogido una bolsa entera; como plantemos todo esto van a flipar en el futuro comiendo espinacas. Casi tanto como con el calabacín.

Mañana puede que intentemos el viaje a los pueblos abandonados otra vez, if weather permits, porque es el último día que se queda David y pensamos que sería una pena que se fuese sin verlos. Si no somos capaces ni con las nuevas indicaciones de encontrar el camino*, ya me consideraré totalmente falto de honor e indigno de la vida en el campo. ¡A la aventura!

* Sí que fuimos capaces.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *