Cernunnos, XI

Hoy me he levantado con el párpado del ojo derecho inflamado por un lado. Supongo que será alguna infección. Ya por la noche me picaba un poco y me toqué a saber con qué manos sucias… Que ya he contado la limpieza relativa que llevamos, y encima el otro día tragamos bastante arena cavando. Espero que mañana esté mejor*.

Esta mañana llovía y hemos tenido que trabajar dentro. Nos hemos dedicado a pintar las paredes y el techo de blanco utilizando cal. La cal tiene la peculiaridad de que, además de desprender vapores malolientes y probablemente tóxicos al mezclarla con agua, al principio cuando pintas parece que falta pintura porque se ve muy claro, pero luego al secarse se vuelve más blanca y queda bien.

Al final no hemos perdido completamente nuestro honor y hemos encontrado el camino a los pueblos abandonados. El problema era exáctamente el que habíamos intuido: habíamos confundido un río con un arroyo y aplicado la ley del piñón fijo.

Los pueblos abandonados yo me los esperaba un poco más grandes y mejor conservados, pero están totalmente en ruinas y tan sólo quedan un par de edificios con algo de techo. Y uno de ellos tiene murciélagos. Sin embargo, eran muy bonitos, tanto ellos como el camino entre ellos. Supongo que la falta de comunicación (el camino no es una carretera) es en parte lo que les ha llevado al abandono. A juzgar por el aspecto de las casas y restos que quedaban, probablemente lleven abandonados varios decenios. O eso o la naturaleza hace estragos.

Hemos subido la colina, esta vez siguiendo un camino, y hemos visto más pueblos, alguno de ellos con aspecto de habitado, aunque personas no hemos visto aún.

Mañana será al fin mi primer contacto con la civilización de pueblos y ciudad desde que llegué aquí. Endavant!

* Mañana estaba mejor. :)

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