Cernunnos, XIV

Al final no he ido yo a Monforte, sino que los chicos se han ofrecido amablemente a hacerme ellos los recados de la carta y los quesos. Merci!

Yo me he quedado en casa con Margo y nos hemos dedicado a acabar el trabajo del último día amontonando todas las zarzas que quitamos y arrancando raíces de tamaño descomunal (fotos pendientes) de cuajo, además de rastrillar la zona. Por ahí es por donde van a dar vueltas las gallinas y no queremos que se pinchen demasiado.

En medio del curro he escuchado cómo llegaba un coche y a gente hablar que no eran los chicos. He subido y eran dos hombres rondando la cincuentena que estaban buscando orégano. Que no todo el monte es orégano, pero en nuestra huerta tenemos mucho. Me han contado que ellos de niños bajaban a bañarse a la parte del río de nuestra casa y que en aquellos tiempos había mucha gente por la zona con tractores haciendo la vendimia. También que la casa donde vivimos nosotros antes era de un cura y que uno de ellos ayudó personalmente en su construcción. Los dos eran de Quiroga, el pueblo más cercano, al lado de Monforte de Lemos.

A mediodía hemos hecho una tortilla española que ha quedado especialmente bien, teniendo en cuenta el miedo terrible que tengo yo normalmente a equivocarme en las proporciones en esta receta y destrozar la tortilla.

Por la tarde he estado acabándome de leer un libro titulado “An Anti-Capitalist Manifesto”, por Alex Callinicos, donde desde una perspectiva marxista trata de argumentar que no es posible un mundo justo, democrático y sostenible dentro del capitalismo, el cual lleva irremediablemente a la acumulación de capital en manos de unos pocos, crisis económicas, graves problemas medio-ambientales y provoca conflictos políticos y armados a escala internacional. Asímismo, esboza un modelo socialista de planificación descentralizada multi-nivel, con pequeños espacios para el mercado y la propiedad privada, y propone una serie de demandas políticas para encaminarnos hacia este mundo socialista poniendo en jaque el capitalismo, como el establecimiento de uan renta básica universal, la cancelación de la deuda del Tercer Mundo, la introducción coordinada de la Tasa Tobin y los controles de capital, la reducción de la jornada laboral y la renacionalización de las industrias públicas privatizadas.

El libro destaca especialmente en las múltiples referencias a acontecimientos políticos históricos recientes y textos de personas influyentes en movimientos anti-capitalistas. Creo que sólo por esto merece la pena leerlo, porque la verdad que se me queda algo corto en el terreno teórico, repitiendo simplemente el credo marxista para afirmar que el capitalismo es indomable y, por lo tanto, cualquier tipo de socialdemocracia capitalista una contradicción. Lo proximo que tengo para leer son textos de Trotsky, aunque no creo que me dé tiempo a casi nada*.

Este finde probablemente volveremos a Barxa y Froxende, los pueblos abandonados, espero que esta vez sin lluvia y con una saca para recoger las moras de tamaño descomunal de Barxa y hacer más mermeladas para el inverno.

Por cierto, no sé si habréis probado la mermelada de madroño, pero no sabe a (casi nada) y tiene una textura bastante cutre. Nosotros la hemos probado con miel y con queso pero los estropea; es mejor sola. Vaya con el símbolo de Madrid…

¡Ah, y el domingo probablemente hagamos french toasts para desayunar! Pan empapado en huevo con leche y luego frito, ya demás luego se le puede echar queso y otras delicias por encima, mmm. ¡Vivan los domingos!

* Efectivamente, no me dio tiempo.

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